En lo alto de una extensión de 60 ha, en la localidad de Pachango, Traslasierra, se nos encargó proyectar un refugio familiar, donde nuestro mayor desafío, fue encontrar soluciones a dos requerimientos específicos: el interior, debía dialogar en gran parte con el paisaje, pero a la vez, tenía que existir la posibilidad de aislarlo completamente; además, el espacio común de uso diario, debía tener una percepción amplia del ambiente, pero no muy extensa en superficie.
Luego del estudio de los requerimientos, topografía y clima, proponemos Casa Pachango.
Implantada sobre un lote con variado desnivel topográfico y un suelo firme y rocoso, la ubicación del refugio dentro de la extensión, se decidió en la zona alta, ya que permite extensas vistas hacia las cuatro orientaciones.
Las dimensiones del espacio común, fueron resueltas con un programa integrado y una altura de más de 5 mts, ya que aprovechamos el segundo nivel con un altillo, que no solo cumple eventualmente con la función de dormitorio informal (para invitados), sino que, por su programa indefinido, se le incorporó una terraza que permite expandir su superficie y disfrutar de la vista hacia los atardeceres. El altillo también se aprovechó como parte del desarrollo de un sistema de ventilación pasiva por conductos.
Desde el interior, se puede apreciar sin límite, el bello e inmenso paisaje gracias a sus extensos paños de vidrio. Como material principal se propuso la piedra, con la intención de recogerla del mismo suelo del lote; además de ser de bajo mantenimiento, la idea es mantener los tonos del entorno, permitiéndole al refugio, ser parte de él.
Finalmente, Casa Pachango cuenta con un sistema de portones corredizos y postigos de madera, que permiten eventualmente desvincular el interior con su entorno inmediato, de esta forma, queda protegido de las tormentas, animales salvajes, etc, en las temporadas que no es habitado.