La vivienda se desarrolla en dos plantas y fue diseñada a partir de un estudio climático del entorno de San Lorenzo, Traslasierra, lo que permitió optimizar su orientación, ventilación cruzada y aprovechamiento del asoleamiento natural. Como resultado, se obtiene una residencia eficiente, confortable y adaptada al clima local, con bajo requerimiento energético.

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PLANTA BAJA
El acceso principal se realiza a través de un hall que organiza la circulación hacia las áreas sociales —estar, comedor y cocina— integradas en un espacio amplio, luminoso y conectado con el exterior. La cocina, con isla central, se relaciona directamente con la galería y el sector de asador. Esta galería funciona como espacio de transición, aportando sombra, protección climática y continuidad entre interior y exterior.

En esta planta también se ubica un dormitorio secundario (Dorm. 2), un baño completo, lavadero y el núcleo de circulación vertical.

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PLANTA ALTA
La escalera conduce a una pasarela que rodea un vacío central, generando una doble altura que mejora la calidad espacial, aporta luz natural y favorece la ventilación vertical. Se accede desde allí al dormitorio principal en suite, con baño privado y salida a un balcón con visuales abiertas, y a un tercer dormitorio o estudio, con expansión hacia una amplia terraza.

La vivienda fue proyectada con materiales de bajo mantenimiento, seleccionados no solo por su resistencia al clima de la región, sino también por su estética atemporal y funcionalidad. Revestimientos, terminaciones y sistemas constructivos fueron pensados para facilitar el uso cotidiano y minimizar los requerimientos de conservación en el tiempo.

La disposición de los espacios, las estrategias pasivas de diseño y la elección de materiales permiten una vivienda de alto confort térmico, bajo consumo energético y gran vinculación con el entorno natural.